Como prevenir el CiberBullying
Para prevenir y frenar la aparición del acoso en la Red será necesario seguir los siguientes consejos y recomendaciones:
Para niños y adolescentes: No es tu culpa. Muchas veces la gente llama “bullying” a una simple disputa entre 2 personas, pero si alguien es cruel contigo en repetidas ocasiones, sí que se trata de bullying, y debes tener presente que nadie se merece que le traten con crueldad.
No respondas o tomes represalias. En algunas ocasiones es peor que reacciones, porque justamente es eso lo que el agresor está buscando. Es una manera de que le hagas pensar que tiene poder sobre ti y no debería creerlo. Si respondes y atacas a un bully, puede ser el detonante de que te conviertas tú en uno, y provocar toda una cadena de reacciones ante un acto que en principio era significativo. Si puedes, intenta alejarte de la situación, pero si no puedes, de vez en cuando intentar tomarse las cosas con humor desarma al acosador y le distrae de su objetivo.
Guarda las evidencias. Lo único bueno sobre el ciberacoso es que el acto suele ser capturado, almacenado y mostrado a alguien que puede ayudarte. Puedes guardar las evidencias en caso de que las cosas empeoren.
Di al abusador que pare. Esto depende de ti completamente. No lo hagas si no te sientes totalmente cómodo con ello, porque tendrás que dejar claro que no esta es la última vez que permites que te traten de esa forma. Quizá necesites practicar previamente con alguien en quien confíes, como tus padres o tu mejor amigo.
Busca ayuda. Especialmente si la situación te está afectando de verdad. Te mereces apoyo, por lo que deberás buscar a alguien que pueda escucharte o ayudarte, y trabajar para solucionarlo. Puede ser un amigo, un pariente o un adulto con quien tengas confianza.
Emplea la tecnología disponible. La mayoría de las redes sociales, Apps y servicios te permiten bloquear contactos. Cualquiera que sea el tipo de ciberbullying que estás sufriendo, debes bloquear a la persona responsable y denunciar el problema al servicio o aplicación correspondiente. Aunque esto no sirva para frenar la situación, puedes detener el acoso de forma pública y estar menos tentado a responder. Si sufres amenazas que pueden poner en peligro tu integridad física, debes llamar a la policía y considerar denunciar el caso a las autoridades del colegio.
Si alguien que conoces está siendo acosado, actúa. Saber lo que está ocurriendo y no hacer nada para evitarlo, da poder al agresor y no sirve de ayuda. Lo mejor que puedes hacer es intentar parar al responsable hablando con él y posicionándote en contra de lo que está haciendo. Si no puedes frenarle, al menos habrá servido de apoyo para la persona acosada. En el caso de que la víctima sea un compañero tuyo, puedes escucharle y ver de qué manera puedes ayudarle para encontrar el momento adecuado de denunciar lo sucedido. Lo mínimo que puedes hacer es no pasar de largo un mensaje hiriente y hacer ver a la persona que no estás de acuerdo.
Consejos adicionales para padres
Tienes que considerarte afortunado si tu hijo pide ayuda. La mayoría de los jóvenes no les dicen a sus padres que están siendo marginados. Así que si tu hijo pierde el sueño, no quiere ir a la escuela o parece agitado cuando enciende su móvil, pregúntale el porqué de forma tranquila y lo más abiertamente posible. Siéntete libre de preguntar si tiene algo que ver con un comportamiento negativo o rebelde o si se trata de algún tipo de problema social. Pero incluso si es por eso, no asumas que es bullying. No lo sabrás hasta que sepas toda la historia completa, empezando con conocer la perspectiva del menor.
Trabaja con tu hijo. Deberás involucrarte con sus problemas para ayudarle a recuperarse. El bullying está íntimamente ligado a la vida en el colegio y los niños entienden la situación y el contexto mejor que sus padres. Su perspectiva es la llave para llegar al fondo de la cuestión y trabajar en una solución. Quizá necesites tener una conversación privada con otros, pero deja que tu hijo lo sepa y comunícale lo que has hablado.
Piensa antes de dar una respuesta rápida. Lo que los padres no siempre saben es que pueden empeorar la situación si actúan apresuradamente. Si respondes públicamente o si los compañeros de clase se enteran de tu reunión con las autoridades de la escuela tu hijo puede ser más severamente marginado, por lo que cualquier medida necesita ser bien pensada.
Necesitas tener más de una perspectiva. Aunque lo que tu hijo cree que está sucediendo sea completamente sincero, recuerda que la verdad de una sola persona no es necesariamente la de todo el mundo. Necesitarás tener otras perspectivas y tener la mente abierta. A veces sólo vemos una pequeña parte de la historia.
Lo que más ayuda a las víctimas es ser escuchados. Ya sea por un amigo o un adulto que le importe. Por eso, si tu hijo te pide ayuda es muy importante que respondas comedidamente y te involucres. Simplemente siendo escuchados con respeto, los niños ya estarán en camino de recuperarse.
La última meta es que tu hijo recupere el respeto por sí mismo. Este es el mejor camino para solucionar el problema y ayudar a que tu hijo se recupere. Lo que las víctimas necesitan con más urgencia es recuperar su sentido de la dignidad y la autoestima. Algunas veces esto requiere tomar medidas contra bully, pero en otras ocasiones no.
Hay un lado positivo, la resiliencia. Sabemos que el ser humano nunca erradicará de forma completa la crueldad y también somos conocedores de que el bullying no es un mero rito de paso. Tenemos que seguir trabajado para acabar con ello, pero cuando sucede y lo superamos, nuestra resiliencia crece. No es algo que pueda ser descargado o enseñado. Crecemos a través de superación de retos y complicaciones, así que algunas veces es importante dejar espacio para que esto pueda llevarse a cabo, estando ahí para cuando nos necesiten.
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